Para muchos padres novatos, la regurgitación puede ser algo desconcertante y a veces preocupante. Pero no te preocupes, es algo bastante habitual y, en la mayoría de los casos, completamente normal.
La regurgitación es simplemente cuando tu bebé escupe un poco de la leche que acaba de tomar. Es como si su pequeño estómago estuviera lleno y necesitara vaciar un poco lo sobrante.
Entonces, ¿a que se debe esto? Bueno, en los primeros meses del bebé, su sistema digestivo aún está aprendiendo cómo funcionar bien. A veces, los músculos en la parte superior del estómago, que son los encargados de mantener la comida en su lugar, pueden ser un poco débiles, lo que permite que la leche suba de nuevo.
La buena noticia es que la regurgitación generalmente no causa ningún problema real para tu bebé. Si estás preocupado, aquí hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a reducir la cantidad de regurgitación:
1. Evitar acostarlo después de las comidas, al menos que pase un tiempo para que dijera la comida.
2. Elevar la cabecera de la cama, unos 10-15 cm.
3. No coloques almohadas.
4. No usar prendas ajustadas.
5. No darle de comer muy abundante.
En resumen, la regurgitación en los bebés es muy normal y mayoritariamente no es motivo de preocupación. Con un poco de paciencia y algunas técnicas básicas, puedes ayudar a reducirla y disfrutar de esos momentos de alimentación sin preocupaciones.
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